En Diciembre, al volver de unos días en Málaga, encontré, lo que para mí fue como un tesoro. Subí mi equipaje a toda prisa (tercero sin ascensor) y bajé a por ella. ¿Alguna vez habéis recogido algo de la basura? Yo hacía bastante que no recogía nada, sobre todo porque en mi casa ya no quepo ni yo y, porque dónde vivo ahora, no suelen dejar tesoros como este!!!! Si lo habéis hecho alguna vez, seguramente os habrá pasado que, justo cuando estáis cogiendo vuestro regalito, pasa alguien que te mira como si tuvieras un cadáver entre tus manos y pintara que tú, eres el asesino, jajajajajaja.
LIMPIEZA
Lo primero que hice, fue meterla en la bañera. Aunque parte de la maleta es cartón, no tuve otro remedio, porque realmente necesitaba un buen lavado; algo más que espuma para limpiar en seco. El interior era de papel pintado y al ser tan antigua y, probablemente por los años que debió estar cerrada, olía fatal. Luego, al balcón a airearse un poco. Tened cuidado con el cartón y el papel, si tenéis la opción no la mojéis y, si no hay remedio, secadla muy bien.
Realmente no sabía muy bien por
donde empezar. Estuvo en mi balcón más de un mes. Desde luego se aireó bastante. Estaba en muy mal estado. Los cierres y las esquineras estaban muy oxidados y el asa totalmente destrozada. Así que tuve que reemplazar todas estas piezas, pero, ¿Dónde conseguirlas? Busqué por todo Madrid e internet hasta dar con este lugar, Curtidos Villaverde. Llevan desde el 1887, así que imagino que, para los que conozcan bien esta ciudad, les resultará bastante familiar. Está en la calle colegiata y tienen de todo. Me llevé las piezas y me dieron lo más parecido que tenían.
EL INTERIOR
Le quité todo el papel que tenía, lo líjé y pinté encima con pintura blanca. Busqué un papel estampado con el que forré parte del interior. Todas las partes de madera, la barnicé muy bien. Encontré unas servilletas preciosas para decoupage que usé para decorarla un poco más. Puse elásticos nuevos y ya solo me falta la bandeja de la tapa. Realmente estuve a punto de tirarla más de una vez, menos mal que no lo hice por que ahora es lo que más me gusta de mi maleta. La pinte de rosa y la forré con estos papeles. Le puse elásticos anchos, reparé las esquinas y los topes (lo que permite que deje espacio atrás para guardar cosas y se apoya en la madera) y ha quedado muy bien!!!!
- Llegó la hora de ponerle su nueva asa. Dejé la cerradura que tenía, la pinté de bronce, al igual que la parte de metal del asa.
- Pinté también las cantoneras del mismo bronce, y luego con un poco de betún envejecí un poco todas la partes de metal.
- Cambié las cerraduras por unas nuevas que pinté y envejecí igual que lo demás. Ahora ya tenía las lleves de mi propia maleta!!!!!
- Pasé cera sobre las partes de cuero y los agujeros, que eran muchos y algunos enormes, los tapé con retales de telas y fotos de carteles de ciudades, hoteles, teatros y espectáculos antiguos y, de todo el mundo. Quería crea la sensación (ficticia) de todos los viajes y los lugares en los que había estado esta maleta!!!! Tal vez como si hubiera sido propiedad de un cómico importante!! Lo pegué con cola para tela y cola blanca normal para los carteles. Luego puse algunas grapas para darle otro aspecto, arrugue las puntas y lo envejecí un poco.
- Estos son los carteles. Los busqué en internet e imprimí. Y listo. A pegar.
Y AHORA, A LLENARLA!!!!!
Mis telas estaban pidiendo a gritos un lugar más grande. Y que mejor que éste, donde me cabe todo a la perfección!!!!
Y esto es todo, ya está medianamente restaurada!!! Y ahora hace de cabecero de una cama que tengo en mi cuartito.
Lo primero que hice, fue meterla en la bañera. Aunque parte de la maleta es cartón, no tuve otro remedio, porque realmente necesitaba un buen lavado; algo más que espuma para limpiar en seco. El interior era de papel pintado y al ser tan antigua y, probablemente por los años que debió estar cerrada, olía fatal. Luego, al balcón a airearse un poco. Tened cuidado con el cartón y el papel, si tenéis la opción no la mojéis y, si no hay remedio, secadla muy bien.
Le quité todo el papel que tenía, lo líjé y pinté encima con pintura blanca. Busqué un papel estampado con el que forré parte del interior. Todas las partes de madera, la barnicé muy bien. Encontré unas servilletas preciosas para decoupage que usé para decorarla un poco más. Puse elásticos nuevos y ya solo me falta la bandeja de la tapa. Realmente estuve a punto de tirarla más de una vez, menos mal que no lo hice por que ahora es lo que más me gusta de mi maleta. La pinte de rosa y la forré con estos papeles. Le puse elásticos anchos, reparé las esquinas y los topes (lo que permite que deje espacio atrás para guardar cosas y se apoya en la madera) y ha quedado muy bien!!!!
